lunes, 26 de marzo de 2007

Metro causa problemas hasta para salir de casa

En la puerta del edificio de Noris Cedeño un aviso de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte convoca a los vecinos a una reunión para explicarle sobre “las incomodidades que provocarán los trabajos del túnel trinchera del Metro de Santo Domingo”.

Para ella, sin embargo, su problema como moradora de la avenida Correa y Cidrón trasciende la reunión que había pautado la Subdirección de Desarrollo y Afecciones.

“Día y noche todo está incómodo, principalmente para los vehículos entrar aquí, está difícil porque es que nos han roto la calle, el camión de la basura ya no puede entrar hasta acá a sacarla”, enumera Cedeño.

A esos problemas ella suma el hecho de que el polvo prácticamente los está “ahogando y todo el mundo tiene problemas respiratorios”.

Entre los inconvenientes cita la bulla, “porque no es fácil vivir con esos aparatos trabajando hasta las diez de la noche”. Y por si fuera poco, al llegar la noche todo el lugar queda oscuro, porque no pasan vehículos. “Uno se siente asustado y sin ninguna seguridad”, confiesa Cedeño.

Y es que la construcción de la megaobra ha trastocado no sólo su ritmo de vida, sino también el de sus vecinos.

“Nuestra vida como residente ha cambiado muchísimo después que empezaron a excavar. Yo me voy a mudar a fin de mes de aquí por eso”, denuncia Marlene Terrero.

Aun en domingo, su único día de descanso, el ruido le roba el sueño. “Esto es terrible, hoy es domingo, hoy es que yo estoy aquí y el ruido es terrible”.

Antes tenía la avenida en frente, ahora sólo le ha quedado un espacio estrecho para maniobrar al borde de la trinchera con una tela metálica como única división.

Lissette Rojas



Lodo, falta de luz y mal tránsito

Misael Cedeño es otro de los vecinos afectados por el polvo que hay en la calle y también del lodo cuando llueve. “También la luz se ve afectada por medio del Metro, porque están haciendo muchas reparaciones en la electricidad”, dice.

“Da un poco de brega entrar los carros, ellos dejaron un boquete abierto para los vehículos entrar pero como quiera no entran los que son muy grandes”, agrega.

Leonardo Mota ha sentido en su propio hogar las vibraciones de las máquinas. “A veces parece que el edificio se está moviendo. No me da miedo, aunque dicen que hay un banco de arena, que han conseguido pero no sé más información al respecto”.

Aunque para él, el Metro no deja de ser una obra importante, entiende que también causa mucho daño en la zona.

“Hay muchos sonidos de las máquinas a toda hora, en las noches y a las seis de la mañana ya estas gentes están trabajando, excavando y las casas viven completamente sucias, hay que estar limpiándolas diario”.


Espacio
Uno de los mayores inconvenientes es que algunos moradores de la Zona Universitaria no pueden entrar a sus casas y aparcar sus vehículos.

Seguridad
La construcción demanda de muchas personas, desconocidas, que hacen sentir inseguros a los vecinos sobre todo en las noches.

Vibraciones
Algunos de los consultados coinciden en que sus casas se mueven o al menos sienten cuando las máquinas de excavación trabajan.

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