miércoles, 25 de noviembre de 2009

El efecto espejo en Internet


Lissette Rojas
Tengo la impresión de que vivimos en la época del espejo. Poca originalidad en Internet, poca originalidad en algunos textos especializados. Cada vez que me toca hacer una búsqueda seria en Internet tengo una sensación de deja vu.

Un mismo ensayo, reseña o entrevista aparece miles de veces, porque casi todos copian en la web. La mayoría de los dueños de páginas y blogs toman temas de otros sitios de Internet, que a su vez han copiado a otros que han copiado a otros, y así hasta el infinito.

La fuente original se disuelve. Internet es casi en su totalidad un espejo que refleja a otro espejo que se ve reflejado en otro, y así ves mil veces la misma imagen hasta que te confundes o te aburres.

Aunque, por otro lado, no estoy segura si lo del juego de espejos es una idea original mía o si lo leí en otra parte.

La situación es tan fuerte que, mientras escribo, tengo la certeza de que alguien tomará este texto que acaba de nacer de mi en esta madrugada de insomnio, y lo colgará en su espacio, quizás con otra firma, quizás haga un enlace pero al final este post será un eco sin dueño en el espacio, porque será de todos y de nadie.

Hay gente que tiene blogs y páginas de Internet y nunca han producido una sola línea de su autoría. !Qué penoso!

Esto, sin embargo, no es una problemática exclusiva de Internet. También los libros se repiten. No la narrativa, sino los libros especializados, copiados unos de otros, parafraseados o traducidos y expropiados de su pensador original. Da verguenza.

Quizás haya llegado el momento de producir nuevas cosas. Este post es un grito desesperado contra el descaro y contra el miedo de estar dentro de una sociedad cuyos puntos de llegada hacia la creatividad se van difuminando en la medida en que se acercan al supuesto progreso intelectual y tecnológico.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Miedo del vuelo del ángel*


Tengo miedo de que se queden vacías de él las tardes, de que su voz se retire como hacen las olas antes de la tempestad.
Tengo miedo de que una nube sea solo una nube o la luna sea simplemente la luna.
Tengo miedo de que no me pertenezcan más sus palabras...
Tengo miedo de que un día amanezca y yo me quede con este nombre en los labios.
*La obra que ilustra este texto es "Amor Vinci Omnia", de Caravaggio

domingo, 15 de noviembre de 2009

Sobreviviente de mi educación


Por Lissette Rojas

Brindo por las que se fueron, su ausencia me embriaga. No voy a llenar de suspiros mi cuaderno ni a recobrar en su honor los poemas mediocres de los años de la risa. En cambio, voy a dormir para soñar que nada ha pasado y desandar los laberintos donde van a morir los recuerdos colegiales.

Alguien tiene que volver a reír en la escalera, a sobrevivir a los sonrojos, al aire de secreto que la sacralidad espía. Dejen que este sueño mío sea hoy cómplice, ahora que la foto se está borrando y nadie liba las flores de coralillo antes del himno.

Que alguien suba mis medias hasta las rodillas y ate mis zapatos para olvidar que mi ayerhermana parece en este instante mi hoymadre. Una ventisca se está colando por donde solían entrar las risas. Alguien escondió las tardes a cielo abierto.

Y yo no sé ya por qué escribo si la maestra de inglés nunca dejó de alumbrar. Sus bebés pudieran ser los mios, en cambio, son los compañeros de juegos de sus sobrinos. No lo entiendo. El maestro de la tarde salía con las estudiantes. Y yo estaba leyendo a Becquer. No me arrepiento. Los lobos me aterran.

Huele a vino al final del pasillo. También a pintura fresca. El aroma del rojo tejado me hizo una confidencia. Algunas hermanas no lo son más. Alguien vio los hábitos mirar el barrio desde un ángulo cenital. Hay otras formas de hacer patria. El falso vértigo. Las quiero más en esta distancia de complicidad retrospectiva.

Y nadie me dice nada de la chica que vendía los dulces afuera. Delgada, poco pelo. Soñé que hoy solo viste de marcas. Le modela a la vida. Ahora lo veo claro. Bendición: Llegar tarde y que me dejaran en la biblioteca como escarmiento. Dios las bendiga monjas. Sutilmente querían reparar el daño que me hacía lo que me enseñaban en la escuela. Sobreviviente de mi educación.
*La obra Concierto, de Degas.

lunes, 19 de octubre de 2009

Buena nueva para las madres que trabajan en el Zoológico Nacional




Por Lissette Rojas

El Zoológico Nacional ha tomado una decisión que me complace muchísimo. La buena nueva es la creación de una estancia infantil que acogerá a los hijos de las empleadas de la institución.

Según una nota informativa, "ha sido acondicionada la estancia infantil que funciona en el Zoodom, situada a la entrada del parque por el módulo de administración y gran explanada- estacionamiento, para alojar a menores de seis años de edad, hijos e hijas de las mujeres que trabajan en la institución de preservación de la flora y fauna".

Sería un éxito si esa iniciativa se extendiera por todas las oficinas, públicas o privadas, para que las mujeres puedan estar cerca de sus pequeños en esos primeros años de su existencia.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Fragmento del cuento "Si Santa me responde"

Por Lissette Rojas

"Que no piense Santa que soy una malagradecida, a ellos les debo mucho, pero no puedo evitar sentirme mal cuando percibo las diferencias en el trato que me da mi madre adoptiva y el que les da a sus propios hijos. Aun así la amo.

"En honor a la verdad he de decirle que no es igual el brillo en sus ojos cuando me habla que cuando les habla a ellos. Es como si yo no fuera capaz de hacerle magia a su corazón. Es como si conmigo dejaran de volar en su alma los papelitos de colores.

"Yo sé (estoy segurísima, querido Diario) de que yo también puedo hacer que brillen los ojos de otra gente. La maestra, por ejemplo, sonríe con esa sonrisa linda cuando le hago una pregunta, cuando me felicita por mis calificaciones y cuando me revisa la ortografía de las cartas que le mando a Santa.

"Me da un poco de vergüenza contarle todo esto a Santa, pero voy a pedirle que haga que la maestra me adopte; al fin y al cabo ella tampoco tiene familia ni hijos ni esposo ni nada. Aun así, la veo feliz. No me la imagino llorando por las noches como hace mi madre adoptiva desde que mi padre dejó de dormir en casa.

"Al principio, le diré a Santa, yo le creía cuando el llanto de mi madre me despertaba y ella aliviaba mis preguntas con la misma frase siempre: “es un dolor de cabeza ligero que me entra de madrugada siempre que duermo sola porque Alfonso trabaja en el turno que amanece. Es muy raro".

"Yo ya tengo 12 años y no soy tan niña como para no saber cuando me mienten, así que decidí hacer mis propias investigaciones. Me cansé de dormir con ella, de acompañar esa espalda que gime sus penas atragantadas, solo porque teme molestar. ¡Hasta en el dolor teme ofender mi madre!"

miércoles, 23 de septiembre de 2009







viernes, 11 de septiembre de 2009

¿Cómo no marchar por sus sueños?


Reproduzco hoy el excelente artículo "¿Cómo no marchar por sus sueños?", de mi amiga Lilliam Fondeur, publicado en su columna Ginecología Actualizada del diario El Nacional. Pongo aquí también el link para que lo puedan leer en su contexto original.
Todavía persiste la alegría por el triunfal desarrollo de la marcha contra el artículo 30 del martes 8 de septiembre.
Un gran entusiasmo nos invadió, marchamos por la defensa de los derechos humanos, por los derechos sexuales y reproductivos, por el derecho a defender el ejercicio de la ginecología y obstetricia, marchamos por la vida.

La mayor satisfacción fue desfilar junto a un grupo importante de ginecólogos y ginecólogas en formación, es decir, residentes de las maternidades.

Las personas que hacen el trabajo pesado en los hospitales del país. Marcharon con sus bultos cargados de ropa de cirugía luego de amanecer asistiendo a las mujeres pobres, o de pasar más de 8 horas de trabajo intenso. Marcharon con sus libros a cuesta. Estos ejemplares soldados de la medicina, se manifestaron defendiendo su vida, su trabajo, su carrera, su familia.
Marcharon por todas y todos, marcharon por dignificar el país.Como no iban a estar motivados si son ellos y ellas los que reciben las mujeres infectadas, las mujeres convulsionando. Son quienes ven cuando mueren nuestras mujeres por septicemias, por falta de sangre, por no haber interrumpido un embarazo a tiempo. Son las y los residentes quienes asisten la desgarrante consulta de adolescentes embarazadas, los que realizan las cesáreas en las niñas de 9 a 11 años violadas por sus padres, abuelos o vecinos. Son ellos y ellas los que pueden hablar con propiedad de mortalidad materna, de los perjuicios de tener el aborto penalizado en todos los casos.

Quiénes más que las y los residentes pueden alarmarse ante la amenaza de penalizar los anticonceptivos. Visualizan como nadie el aumento en la consulta de embarazos en adolescentes, en abortos incompletos, en mortalidad materna.Una de las ramas más remunerativas de la salud reproductiva es la fertilización in vitro, tratamiento para las parejas que tienen problemas para embarazarse.

Muchos ginecólogos desean entrenarse en estas técnicas para vivir dignamente de su carrera.
¿Cómo no marchar por sus sueños? Los rostros de estas y estos jóvenes inyectaron mi espíritu de lucha.Marchar de la mano del Presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología, de muchos ginecólogos reconocidos, fue un logro de la sociedad dominicana. Como he dicho en otras ocasiones, tarde o temprano el sol saldrá para todos y todas, la historia no marcha hacia atrás.

*La imagen que ilustra este texto es la Venus de Boticelli

jueves, 3 de septiembre de 2009

Utilitarismo periodístico


Por Lissette Rojas

La profesión de periodista está llena de dilemas éticos. Hay verdades que, de publicarse, harían más mal que bien.
Pero ¿debo yo como periodista guardarme esas informaciones? A veces. Sí. Puede sonar decepcionante, sin embargo es así en la práctica.

Pongamos un ejemplo: un reconocido político tiene fama de corrupto en la sociedad, pero nadie tiene forma de probarlo. Un día a manos del periodista llegan las pruebas de que el delincuente está destinando fondos, ajenos y del Estado, a la construcción de fuentes de empleo, escuelas, hospitales y centros deportivos en una comunidad antes olvidada, su pueblo natal podría ser. (De paso se enriquece).

El dilema del periodista se centra en dos puntos: puede denunciar el hecho, encarar al corrupto, mandarlo directo a la cárcel y ganarse un Pulitzer; o puede callarse, esperar a que se construyan las escuela y el hospital antes de publicarlo...si es que un día lo hace público.

Una visión utilitarista del problema nos lleva al enunciado: "el mayor bien para el mayor número de personas".

En este punto podemos decir -como Diego Gracia[1] en el terreno de la bioética- que “para que una acción pueda considerarse moralmente correcta, tiene que ser universalizable, de modo que no vaya contra el respeto debido a todas y cada una de las personas (…) para que las decisiones concretas puedan considerarse responsables y buenas, han de tener en cuenta las condiciones particulares de los hechos y evaluar las consecuencias que posiblemente derivará de ellos”.

En conclusión, cada circunstancia es tan particular que sería imposible escribir normas para cada caso. En la tesis de grado que aún no publico, llegué a la conclusión de que, dada la multiplicidad de interrogantes éticas que se le presentan a un profesional -que no caben ni pueden ser contenidas en código alguno-, habría que combinar los mínimos éticos con una sabiduría práctica que tienda al bien, a lo bueno, en el ejercicio profesional del periodista, porque sobre la marcha se presentan nuevas situaciones que no están contempladas ni previstas en ninguna declaración de intenciones de los gremios.

Todo esto es para decir que no creo cien por ciento en los códigos deontológicos en periodismo. No creo en las normas como trajes de sastre, porque el periodismo no es una ciencia exacta que se rija por un manual, como nos han querido hacer creer.

[1] Gracia, Diego, Ecología y Bioética.

2. La obra que ilustra este texto es un Caravaggio

martes, 1 de septiembre de 2009

Nostalgia del ocho


Por Lissette Rojas

Hoy me siento nostálgica. Pienso en 1988. Yo era tan feliz con mi columpio y mis muñecas; con mi tierra negra y mis guayabas; con el recreo y con los dulces; con mis notas y mis mapas calqueados en hojas blancas impregnadas de aceite. Qué tontinocente era entonces.

Ser feliz y tontinocente tienen que ser, de alguna manera, parte de un todo. Quizás saber menos, pensar menos y vivir más. 1988 y la oscuridad que me servía para inventar cuentos. Perdón y gracias a los que me escuchaban con paciencia (Mamá eres un ángel).

Oh, acabo de descubrir que le debo algo a Balaguer. Sí :) en los largos apagones en nuestra familia aprovechábamos para hacer cuentos, pero como yo siempre andaba soñando con mis propias historias. Quizás por eso empecé a inventar al vuelo mis propios cuentos. Pulgarcito y Caperucita me tenían hasta donde dicen Cirilo.

En 1988 Toni Morrison ganó el Pulitzer de novela y Basquiat murió justo a la edad que tengo ahora. Me gusta mucho el estilo de Morrison y la pintura de Basquiat me fascina, pero entonces yo estaba muy pequeña y ni me enteré. Es más, ni los conocía, como es natural a esa edad.

Pero siento nostalgia. Hay recuerdos que se me están yendo de las manos y siento que estoy traicionando a algunos que ya no están y quieren seguir vivos en mi memoria. No puedo retenerlo todo, sí la silla de guano y la mujer que se sentaba en ella a escuchar los delirios incoherentes de una nieta que miraba el manto estrellado con la luna al centro. Inventando.

Sí, 1988 ya se fue. Y ella, la que me corregía los bailes que hacía para verme en la sombra como en un espejo. Sí, muchos años después se fue la que me dijo que las plantas no se riegan al mediodía y que no camira hacia atrás para que no chocara con...

No entiendo por qué elijo esa fecha para invertir en ella toda mi nostálgia. No lo sé y no intentaré explicármelo porque hoy quiero jugar a que soy otra vez tontinocente. Quiero ser su protegida.
Una pintura de Basquiat ilustra este texto.

martes, 18 de agosto de 2009

El SNTP llama a los periodistas a acudir hoy a la Fiscalía de Ciudad Nueva


El periodismo dominicano se siente agraviado por el Ministerio Publico, dice Olivo de León

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) llamó a todos los periodistas y trabajadores de la prensa a participar en la visita a la Fiscalía del Distrito Nacional el miércoles 19 de agosto, que harán los periodistas en ocasión del Día Nacional del Desagravio a la Prensa.

El licenciado Olivo de León, secretario general del SNTP, aseguró que a un año del maltrato físico y moral de que fue víctima el periodista Vianco Martínez en el Teatro Nacional, la Fiscalía ha incurrido en denegación de justicia al actuar con una sospechosa dejadez frente a los imputados.

“Hace 365 días que el periodismo dominicano está esperando justicia en el caso del compañero Vianco Martínez y la Justicia se la ha negado”, sostuvo De León.“El periodismo dominicano se siente agraviado por el Ministerio Público, que en 365 días ni siquiera se “molestó” en citar a los testigos del hecho”.

En su opinión, la falta de sanción a los nombrados Rafael Emilio Vargas y Josué Vargas, espalderos del empresario Saymon Díaz, es una señal que manda el Ministerio Público a toda la sociedad que en la Republica Dominicana las leyes siguen siendo un pedazo de papel.

“Este ha sido un año de lucha y de reclamos ininterrumpidos por parte del periodismo dominicano, pero también un año de sordera, de indolencia y de indiferencia por parte del Ministerio Público”, puntualizó el gremialista.

Olivo de León afirmó que en lugar de dar curso al proceso iniciado por los periodistas contra los imputados, el Ministerio Público hizo grandes esfuerzos por empantanar el proceso y proteger a los agresores.

“Siempre tendremos pendientes que en este año de reclamos y de luchas del periodismo dominicano por el caso Vianco, la Fiscalía ni siquiera citó a los testigos ni realizó una investigación sobre lo sucedido, lo cual nos demostró de qué lado decidió ponerse el Fiscal Alejandro Moscoso Segarra”, enfatizó.

El Día Nacional del Desagravio a la Prensa fue declarado por periodistas dominicanos para conmemorar el primer año de la agresión que sufrió Vianco Martínez en el Teatro Nacional mientras esperaba para realizar una entrevista al cantautor español Pedro Guerra y para hacer una reflexión sobre el manto de impunidad tendido por el Ministerio Público a favor de los imputados.

De León sostuvo que la justicia ha sido muy pasiva en los casos de denuncias y sometimiento de situaciones que involucran a periodistas y trabajadores de la prensa.
Afirmó que durante el año se han producido medio centenar de agresiones, maltratos, intimidaciones, sometimientos, amenazas y otros casos contra periodistas, camarógrafos y fotógrafos.

Dijo que entre los más recientes se encuentran las heridas producidas a los periodistas de Bonao, Reinaldo Sánchez y Arquímedes Luna, así como los golpes y heridos a un gripo de camarógrafos, fotógrafos y periodistas de Santiago de los Caballeros que marchaban en demanda del informe de la investigación del asesinato del camarógrafo Azabache, entre ellos Ramón Reyes y José Disla.También, Delbi Delgado, periodista productor del programa “Al Día con Delbi Santos” en Terra FM, Info Diario y El Callejón, en Las Terrenas, Samaná, agredido física y verbalmente por la vicesíndico y su esposo, porque éste le pidió información del manejo de los recursos en lo relativo a sus funciones, sobre todo en el montaje de las fiestas patronales.

lunes, 17 de agosto de 2009

Compartimos la alegría de Ricardo Hernández




Por Lissette Rojas

Hoy compartimos la alegría de nuestro amigo Ricardo Hernández, que acaba de recibir el premio a Mejor Fotografía en la Bienal Nacional de Artes Visuales, que efectuó el Museo de Arte Moderno con el auspicio de la Secretaría de Cultura.

Los que lo conocemos podemos decir que Ricardo es de los que ven la fotografía no como un trabajo sino como una pasión. Y la hace respetar en cualquier terreno, me consta. Sabemos que nuestro amigo ha puesto el corazón en su oficio y ha dicho desde la calle Interior F de Gualey que es posible lograr ese mundo mejor que nos han vendido como inalcanzable.

Hoy compartimos la alegría de Ricardo, cuya sonrisa es un homenaje a su barrio, allí donde las ilusiones le sobreviven al desánimo.

Ricardo es un emblema del joven que sale a camino a fuerza de talento y por encima de los prejuicios y los complejos que a veces surgen con la condición de vivir en el barrio y manejarse en un mundo de clase media y alta.

Hoy, con el triunfo de su foto “Raw, controversial y espinoso” nuestro amigo le ha mandado un mensaje a los niños y jóvenes no solo de Gualey, sino de todos las barriadas. En él parece decir: “Ustedes pueden llegar a ser lo que deseen. Basta con esforzarse y lo lograrán”.

Gente como nuestro amigo es la que hace que esta nación aún mantenga la esperanza de hacerse grande. ¡En buena hora ha llegado el premio a nuestras manos!, es decir, a las manos de todos los hombres y mujeres que trabajamos para cambiar para bien este país.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Por un periodismo libre de intolerancia



Hoy me enlazo con el blog amigo http://apoyemosavianco.blogspot.com/ y su causa de pedir justicia.
Día Nacional de Desagravio a la Prensa

Motivados porque este mes se cumple un año del atropello que cometieron dos espalderos de Saymon Díaz contra el periodista Vianco Martínez, los trabajadores de la prensa que nos sentimos comprometidos con la honestidad hemos convocado a todas las personas de este país al Día del Desagravio a la Prensa.

Ese día vestiremos de luto en señal de reclamo porque en este caso, como en muchos otros que se pudren en los tribunales, no se ha aplicado justicia y no hay ni señas de que el Ministerio Público tenga intenciones de sancionar a los culpables de golpear y arrastrar como un delincuente a nuestro colega y compañero.

Vestiremos de luto porque, pese a que hay un procedimiento abierto, la Fiscalía del Distrito Nacional que dirige Alejandro Moscoso Segarra ni siquiera ha llamado a los testigos del infame maltrato que ocurrió el 23 de agosto de 2008 en el Teatro Nacional.

El Ministerio Público ha ignorado lo que manda el Código Procesal Penal, ha olvidado su papel de investigar el hecho punible y sus responsables, pero la sociedad no olvidará nunca las omisiones ni la impunidad.

El Día del Desagravio a la Prensa es una realidad. Por un periodismo libre de intolerancia.

Fecha: Miércoles 19 de agosto

Hora: 10:00 a.m.

Lugar: Fiscalía del Distrito Nacional (Palacio de Justicia). Calle Beller esquina Fabio Fiallo. Tel. 809-221-6400

Dirigido a: Todo público

martes, 4 de agosto de 2009

Una historia de espalderos que nunca cuento

Por Lissette Rojas*

Un día decidí apoyar a mi amigo Vianco Martínez en su lucha por que se aplique justicia en el caso que libra contra los espalderos infames que una noche atropellaron sus derechos en el Teatro Nacional.


Ahora que pronto se cumplirá un año de aquel penoso hecho, siento que es mi deber hacer algo, en parte por él en parte porque me aterra la idea de que llegue el día en que un reportero o reportera deba andar con miedo por no saber en qué momento lo sacaran a empujones y golpes de algún lugar.


Como cronista de arte y cultura que he sido, he tenido que vivir humillaciones en las puertas de los conciertos. Al principio las reseñaba, pero después me cansé. Casi nunca hablo de eso, pero en más de una ocasión he tenido que abrir mi cartera, me han parado de asientos y me han exigido mostrar mi identificación de prensa a pesar de tener la boleta en la mano o haberla ya mostrado.


Pero la que más me hirió fue esta anécdota que voy a narrar, porque no fue directamente a mí, sino a uno de los seres que más amo sobre el planeta. Hoy, seis años después, voy a contar una historia de espalderos que nunca cuento. Los que me conocen y saben que vivo libre de complejos se van a convencer de que fue una historia de prejuicio con prepotencia lo que nos ocurrió en Chavón.

Una vez, en Altos de Chavón, fui con mi papá a ver a Alphaville, Kansas y Air Supply. Ibamos muy emocionados, él porque esa es "su" música y yo porque crecí oyéndola. Papi estaba como un niño en Día de Reyes...hasta que llegamos a la puerta.


El hombre, un espaldero grosero, que había estado riéndose con todo el mundo, cambió su rostro cuando vio a mi padre. Pienso que le pareció improbable que papi, con sus características, estuviera allí y hubiera pagado lo que costaba la boleta.


El portero le habló de muy mala manera solo porque papi muy jovial le dijo: "No tengo armas, si quieres revísame". Y se tocó el cuerpo sonriendo como quien dice: "Estoy limpio, mira". El tipo le contestó: "Entonces, tú me estás amenazando. Yo lo que puedo hacer es dejarte ahí y no dejarte entrar".


Hablaba fuerte y todo el mundo nos miraba. Yo le explicaba que yo era periodista, que andaba trabajando no en búsqueda de inconvenientes. El espaldero grosero se demoraba como a propósito y volvía a revisar a papi como si fuera un narco o un terrorista.


Wanda Sánchez, que estaba a mi lado y cubría por CDN, se indignó. También su esposo Adrián. Tuvieron que intervenir porque el tipo se estaba excediendo. Pero él no se quedó tranquilo. Habló más fuerte y al rato estábamos rodeados de gorilas con radios.


Wanda ni Adrián se movieron. Gritaron que eso iba a salir en el periódico y en la televisión. Se quedaron con nosotros hasta que los "ningunos" con poder se cercioraron de que el negro que es mi padre no iba a inmolarse en las gradas ni iba a hacerse célebre a costa de la vida de sus artistas setenteros.


O quizás no fue que su dosis de prejuicio se agotó, sino que la fila del público se había alargado demasiado y la gente empezó a gritar que dejaran a ese hombre -a mi padre- tranquilo, que ya era suficiente, que qué esperaban encontrar.


Nunca antes vi una decepción como la de esa noche en el rostro de papi. A mí aquello me dolió tanto que ni siquiera lo reseñé en la crónica. No quería, porque me atormentaba, decir que unos hombres-burros humillaron a mi padre frente a tanta gente. A mi padre que siempre ha trabajado tanto, a mi padre que siempre ha sido tan respuetuoso, formal y serio.


La gente no se imagina los atropellos ni las humillaciones a las que los porteros someten a los reporteros, a la gente de a pie y a los negros improbables que nos aparecemos en esos lugares que parecen ser muy caro para nosotros. Ojalá que eso cambie algún día. Se lo pido a Dios.


En cuanto a papi, mantiene en su memoria la alegría del concierto de aquella noche de Sábado Santo. Es uno de los mejores recuerdos compartidos que tenemos. Y nunca, cuando escuchamos "Forever young", "Dust in the wind" o "Lost in love", hablamos de lo que sucedió en la entrada de Chavón.


Por eso entiendo a Vianco cuando se queja de la lentitud de la justicia, por eso me solidarizo con él, por eso me indigno cada vez que se cumple un mes y el Ministerio Público sigue haciéndose el pendejo con su sospechoso mutis total.

Porque yo he vivido en carne propia la desconsideración no quiero volver a escuchar que a alguien honesto lo humillaron sin razón unos "ningunos" que se sintieron poderosos-protegidos por gente que en este país hace lo que le da su gana sin ninguna sanción penal ni moral.

"El caso Vianco" es una guerra compartida, un emblema de muchos procesos empantanados. Ya estamos cansados de escuchar los cuentos mágicosmaravillosos de los que abusan de la gente de buena voluntad de esta tierra. Y como no nos vamos a tapar los oídos ni nos vamos a cruzar de brazos frente a la impunidad, escribiremos hasta que los dedos pidan clemencia. Quién sabe si algún día nos oye alguien portador de la casi extinta combinación pudor-poder.

*Lissette Rojas es reportera de semanario Clave. En la época en que sucedió lo que aquí narra ella comenzaba a laborar en el diario El Caribe. Lissette respalda a http://apoyemosavianco.blogspot.com/

lunes, 13 de julio de 2009

Mensaje en la mirada de un niño con hambre


Por Lissette Rojas. Foto: Alejandra Aguilar

Si fuiste a la Carretera Internacional sin algo para dar, es probable que te lamentes por mucho tiempo. Es probable que la mirada de un niño se te estampe en los sueños. Es probable que la próxima vez que pongas los pies bajo una mesa te encuentres sin apetito.

“Yo con tanto y esos niños sin nada”, te dirás a ti mismo aun si en el lado dominicano no llegas ni a clase media, aun si eres sueldo mínimo o mendigas en la esquina de la Duarte con París. Porque aquello hay que verlo para creerlo: ¡tanta pobreza a la vuelta de la esquina!

Dicen que es un trago amargo verles correr tras los vehículos. Su clamor duele en el pecho y, sus manos, mariposas nerviosas, se quedan revoloteando en la mente de quien los mira por primera vez.

En las aldeas haitianas -tú puedes ser testigo- los niños y las mujeres descienden de las lomas a pedir ayuda a los carros que pasan. Hay que ponerse en la piel de esas gentes para saber qué tipo de desesperación los alienta a salir corriendo detrás de un vehículo para pedir algo de comer.
“Comida solo por un día, eso no sirve”, dicen los racionales y vuelven a los libros. “Démosles alimentos por hoy y alentemos a los demás a venir”, dicen los sentimentales y vuelven a tejer planes.

Sería mejor, ya verás, deponer las armas de los desacuerdos. Mientras llega el esperado proyecto autosostenible que los saque de la pobreza, es bueno que las personas que pasen por la carretera lleven y repartan comida que no precise de preparación, como salami, panes, leche, jugos y chocolate.

En las comunidades, las mujeres que reciben algo nunca se olvidan de dar las gracias. Te sonríen mientras suben la loma con su funda sobre la cabeza y su niño en la cintura.

En lugar de discusiones teóricas e indisolubles, más valdría ir a apoyar y defender del hambre a estos pequeños, que se aparecen en los alrededores de las comunidades de la margen haitiana de la Carretera Internacional, cuyos 47 kilómetros están repletos de penurias.

Cuatro de ellos son los niños de la polémica fotografía. Era de mañanita cuando ustedes los volvieron a ver. Esta vez estaban medio vestidos, pero en sus ojos continuaba la misma urgencia que les descubrieron hace un mes.

¡Los niños desnudos de la Carretera Internacional siguen en la misma situación de “vulnerabilidad” que cuando salió el reportaje del semanario Clave!

Un mes después, nada habíamos hecho -hasta el sábado- los que apoyamos publicar la imagen tal cual, es decir desnudos como ustedes los vieron pidiendo; tampoco han hecho nada los que se alarmaron, escribieron cartas y rasgaron las vestiduras porque la foto publicada iba contra la dignidad de la persona.

Carretera Internacional, ese tramo olvidado que no puedes cruzar a menos que solicites un salvoconducto en la fortaleza militar de Pedro Santana. Carretera Internacional que abre a las ocho de la mañana y cierra a la seis de la tarde, el tiempo justo para hacer el bien.

Carretera Internacional, ese tramo nostálgico de amigos fieles, donde unos niños hambrientos te dicen: “Merci, merci”. Y cuando te vas, te miran desde la cuesta y te hacen un gesto de adiós con las manos, un gesto que te dice: “Gracias amig@, ve y dile al mundo lo que está pasando aquí. Ve y dile al mundo que lo necesito”.

domingo, 21 de junio de 2009

La esperanza de Antonia


Lissette Rojas Berroa*

Era la tarde del sábado. Hacía sueño y la vida me dolía en los pies. Antonia me esperaba en el parque La Lira, donde se suponía estaba recibiendo donaciones desde las diez de la mañana para los niños que mendigan en la Carretera Internacional.


Habíamos acordado que, al salir de clases, yo la reemplazaría. Tenía 20 minutos para comer y otros diez para llegar al parque, así que me tragué como pude unas pechurinas del pica pollo Victorina de la Correa y Cidrón. Las bandas de los frenillos que se enterraban en mis encías hacían que comer fuera un acto de masoquismo.


Con el corazón latiendo en mis labios, llegué al parque La Lira, cinco minutos tarde. Antonia se volteó a mirarme, sonriente y yo vi en su mirada que teníamos buena cantidad de donaciones, ropa y alimentos. Un chofer que nos prestó una institución trasladaría el gran cargamento solidario. Sin embargo, a medida que me acerqué no vi nada en el banco ni en el suelo.


Saludé a Antonia con todo el optimismo de que soy capaz cuando me siento decepcionada hasta la médula, es decir, ninguno. Me parecía inconcebible que nadie se hubiese motivado con la causa de los niños que, en la frontera con Haití, se agolpan desnudos alrededor de los vehículos para pedir dinero o alimentos.


Antonia argumentó razones optimistas. La gente siempre lo deja todo para el último momento, dijo, ya verás que vienen el próximo sábado. Un brillito de esperanza se activaba en sus ojos cada vez que alguien se acercaba. A todos ella los creía donantes, pero dieron las tres de la tarde y no llegó ninguno. Antonia no había almorzado aún.


A esa hora nos despedimos. Ella iba al sur del Distrito, yo al norte. Ambas en carros públicos. Ella con fe, yo sin nada. Aún me dolía el pie izquierdo.Crucé la calle con miedo. Miedo a la indiferencia que subyace en el mundo en que vivimos. Miedo porque la pena que me rasgaba por dentro hacía un ruido tristísimo que solo yo podía escuchar.
*La pintura que ilustra este texto es la Madonna di Loreto, de Caravaggio.

lunes, 1 de junio de 2009

Un círculo de llanto en el suelo: un círculo de fuego en el cielo*

Perros en trailla, de Goya.

Por Lissette Rojas

El perro renco dibuja en el suelo un círculo perfecto con sus dos patas traseras, igual que hacen los elefantes cuando saben que pronto morirán.

Al abuelo, que se reclina en su mecedora como atajando la muerte, le parece un mal presagio la nueva inquietud artística del galgo, que nunca tuvo talento para los augurios y al que se le conoce en muchas millas a la redonda por sus estúpidas y graciosas piruetas de perro empecinado en alcanzar su propia cola.

Pero lo de hoy se diferencia de todo lo que sus ojos hayan visto en 81 años. “Eso me da mala espina”, murmura el anciano solitario con su mirada húmeda como un manantial antiguo e improbable. Sus manos de grietas y tierra sedienta tiemblan bajo el peso de un porvenir siniestro.

Aúlla el perro como encantado y su quejido se parece al llanto de un infante, un niño que atrapado en su círculo implora al cielo las redentoras manos que lo liberen de un mundo desconocido.

“¿Y quién se va a morir ahora?”, se pregunta el octogenario, con la seguridad de que a él aún no le toca la horizontal perpetua porque, “que se sepa, nadie ve los signos de coqueteo de su propio parca”.

“Pero si no soy yo, entonces ¿quién?”, se cuestiona y apenas puede pensar porque el corazón se restriega violento contra el pecho y su bestial ruido no lo deja pensar. Al menos no pensar con coherencia. No se atreve a apresurar nombres, mencionarlos sería como atraer el mal sobre ellos con deliberación.

El peor temor de un padre: perder a un hijo, le hace una mueca que lo obliga a ponerse de pie, no sin dificultad. Los huesos resuenan, camina durante siglos hacia la veranda y luego otea el horizonte. Busca lo inexplicable. (*Fragmento del cuento de igual título).

miércoles, 18 de marzo de 2009

Le agradezco a tanta gente


Hace poco recibí el primer lugar del concurso de cuentos de Radio Santa María y a partir de ahí he recibido las felicitaciones de tanta gente que me hizo sentir querida.


Mi cuento La niñera y el grito me acercó a muchos amigos de los que yo estaba alejada por algún motivo, casi siempre relacionado con el tiempo y las ocupaciones de cada quien.


Hubo un pequeño lío porque en una entrevista del Listín aparecía yo dando gracias a unos amigos y a otros no. Afuera quedaron Santiago Almada, Yenny Ramos, Conde Olmos, Yanina Estévez, Juan Sánchez, Elizabeth Veloz, Kaelys Bautista, Maickel Ronzino y Octavio Rivera, que me dio mi primera oportunidad en el canal cuatro.


Nunca sería mi inteción dejar a mi gente fuera de mis logros. Les estoy tan agradecida. Yo hubiera querido tener un periódico entero para mencionar a tanta gente que ha sido buena conmigo. Y no estoy exenta de que ahora mismo no esté yo olvidando mencionar a alguien, pero lo que más importa es el listado que llevo sobre mi corazón, en el que cada amigo tiene un espacio propio.


Espero que unos me perdonen el desliz y otros sepan entender el trabajo de edición que por motivos lógicos hicieron en el periódico. Algo bastante comprensible entre periodistas y trabajadores de la prensa.
Señores, además, este triunfo es colectivo. En la nota que envió el grupo Leon Jimenes se explica que el segundo lugar fue para Alexis Gómez Rosa, con su "Historia de una inveterada ficción", el tercero fue Danilo Rodríguez, con su obra "Sopor", y el cuatro lo ganó Isidro Jimenes Guillén, con "Breve estudio de un motorista paranoico".
La calidad de los trabajos motivó al jurado a entregar seis menciones, en vez de tres, resultando galardonados: Yvelisse Prats de Pérez, quien participó con "La Ballerina"; Moisés Muñiz, con "El niño que dirigía el mar", y Sandra María Tavárez, con su historia "Matemos a Laura". También los cuentos "El Cuarto de los recordatorios", "La Guarida" y "La Perla", de Omar Mesón, Johanna Díaz y Néstor Rodríguez, respectivamente.

jueves, 5 de marzo de 2009

Diario de una periodista que se reanimó II

11.09

Hoy me siento feliz. Pudiera tenerme de mal humor la intromisión que tuvo lugar hoy en la oficina, pero yo sé quien soy y estoy muy clara hacia donde me dirijo.

Harán falta muchas sutilezas si quieren molestarme o verme derrumbada. Soy fuerte, no soy una fresa sensible. Me parezco más a una turrón duro, jajaja.

De las bajezas no me sorprendo, ahora sé con quién estoy tratando.

Voy a salir adelante así tenga que sacar ese proyecto personal que vengo acariciando desde hace tiempo. Cuando uno tiene cosas importantes que decir, no hay nadie que lo pueda callar.

martes, 3 de marzo de 2009

Diario de una periodista que se reanimó I


12:50 de la madrugada


Hoy fue un día especial. Me atreví a hacer un reportaje en segunda persona sobre una mujer que desistió en un caso de violencia de género.


"Tu esposo te acuchilló, te quemó el pecho e intentó ahorcarte frente a tus hijos (...) cuando tu sobrina fue a visitarte él no le permitió entrar (...)luego tú desististe y no comprendiste por qué el fiscal proseguía si querías al proveedor y padre de tus hijos libre, pero la violencia de género es un asunto de estado".



No sé si me quedó bien pero sentí un estremecimiento por hacer algo diferente. Algo fuerte, contándole a esa mujer su propio dolor. Lo único que me desconcertó fue el comentario, hecho sin malicia, de que le gustaba cómo estaba escrito aunque rompe con "las reglas del periodismo". Y entonces me desconcerté. No entendí ni papa. Yo, honestamente, soy intuitiva escribiendo. Respeto la gramática y sé como escribir de forma convencional, pero no me acojo a los mandamientos inquebrantables del periodismo. Puede decirse que escribo como me da la gana, dentro de un respeto a la ortografía y la gramática. Como sea, llegué desconcertada a la casa y me puse a buscar en mi librero. Allí encontré con Tom Wolf . Y leí algo de Wolf que me alentó: "Imaginé que ya era hora de que alguien violase lo que Orwell llamaba «las convenciones de Ginebra del pensamiento»... un protocolo que había encerrado al periodismo y más generalmente la no-ficción (y las novelas) en una tan tediosa cárcel durante tanto tiempo. Descubrí que cosas como los signos de exclamación, las cursivas, y los cambios bruscos (guiones) y las síncopas (puntos) contribuían a crear la ilusión de que una persona no sólo hablaba sino también de que una persona pensaba"1. Y Tomás Eloy Martínez me reconfortó: "Casi todos los días, los mejores diarios del mundo se están liberando del viejo corsé que obliga a dar una noticia obedeciendo el mandato de responder en las primeras líneas a las seis preguntas clásicas o en inglés las cinco W: qué, quién, dónde, cuándo, cómo ypor qué. Aunque en todas las viejas reglas hay una cierta sabiduría, no hay nada mejor que la libertad conque ahora podemos desobedecerlas"2. 1. El nuevo periodismo. Anagrama. 2. Periodismo y narración. FNPI.

jueves, 26 de febrero de 2009

La mosca que haría temblar a Suiza


Fragmento de mi cuento La mosca que haría temblar a Suiza

Por Lissette Rojas


"La mosca en la génesis del cacao, susurran a lo lejos los oyentes burlones, pero tú ni te inmutas y les gritas que no se trata de cualquier mosca, es una mosquita muy delicada, ella trabaja en las primeras horas del día y si está lloviendo bastante no aparece su fecundación, tampoco si está muy nublado. Por eso, a veces, las plantas florecen y no hay una abundante cosecha. Pero siempre y cuando haya oportunidad, ella sale y hace su trabajo.

"Los otros campesinos te dejaron solo. Te creen loco y perjudicial. Tú, en cambio, te consideras en extremo lúcido, profeta de estas tierras.

"En cierta forma, le dices a la empalizada, la mosca es como un hombre serio: nunca falta a su trabajo a menos que esté realmente muriéndose, a menos que los vientos de un temporal le opongan una verdadera resistencia a su batir de alas madrugador".

Alrevéslandia

Fragmento de mi cuento Alrevéslandia

Por Lissette Rojas

"Estos niños a los que me refiero no contaban con más entretenimiento que las piedras: piedras contra los pajaritos, piedras contra los perros, piedras contra los tejados de zinc, y, cuando se aburrían, guerra de piedra entre ellos mismos.

"Hubo que inventarse algo antes de que destruyeran la fauna y los techos del vecindario con sus travesuras infinitas. También para que cesaran las mil maldiciones de las ancianas prosaicas que se subían las faldas hasta las tetas como si se tratara de un vestido.

"Una tarde llamé a todos los diablillos con la promesa de que les mostraría algo novedoso, algo que agilizaría sus poderes mentales y los llevaría a una dimensión encantadora y escondida cuyos secretos se les revelaban a unos pocos escogidos cada 200 años".

martes, 24 de febrero de 2009

Las hijas de nadie: las historias que nadie cuenta

Santo Domingo, República Dominicana.- Una niña de nueve años es violada y embarazada por su propio padre, una pequeña muda y con discapacidad motriz sufre abuso sexual y es fecundada por su vecino y una mujer lleva en su vientre un niño sin estómago que morirá al poco tiempo de nacer.

Aunque parezca lejano o improbable, historias como esas suceden todos los días en este país, algunas salen en la prensa pero pocas veces terminan publicadas en un texto de una ginecóloga, como sucede con el libro Las hijas de nadie, de Lilliam Fondeur, que fue puesto en circulación hoy martes, en el salón Alcázar del hotel Santo Domingo.

Al consultorio de Fondeur llegan a menudo mujeres con graves complicaciones, a causa de abortos a medias, una suerte de intervenciones clandestinas que ellas mismas inician para terminar con sus embarazos a toda costa, aun a riesgo de sus propias vidas.

“Hay historias de niñas que han sido incestadas por familiares o vecinos y que tienen que poner en riesgo su vida, y son excluidas de la sociedad, tienen que salir de la escuela o las cambian de tanda. La sociedad las expulsa, las personas tienen el temor de que les pase a otras niñas, independientemente de que esa niña no buscó ese embarazo”, dice Fondeur al referirse al libro.

En su columna Ginecología actualizada, del vespertino El Nacional, la ginecóloga publica desde hace años situaciones tan dramáticas como reales que ahora forman parte de la compilación, junto a comparaciones de cifras y legislaciones de otros países.

“Las hijas de nadie es una recopilación de artículos publicados en el periódico El Nacional, relacionada con la vida de las niñas y las mujeres pobres, y digo pobres porque son las pobres las que ponen en riesgo su vida y su salud. Este libro está relacionado con los derechos sexuales y reproductivos y con la morbi-mortalidad materna, esto es las mujeres que ponen en riesgo su salud y su vida a causa de un embarazo”, expone la autora.

Para Fondeur, con leyes que prohíben el aborto sin importar las circunstancias, se está poniendo en riesgo la vida de las mujeres.

“Estamos matando mujeres con esta legislación”, sentencia y pone como ejemplo los casos de mujeres que, en estado de gestación, se les detecta un cáncer y no pueden recibir tratamiento porque hacerlo implicaría una pérdida del embarazo.

Sobre el padecimiento de esas pacientes explica que “cuando se le viene a dar tratamiento el cáncer ya ha tenido metástasis porque hubo que esperar que se cumplieran los nueve meses. Nuestras leyes prohíben que el embarazo sea interrumpido”.

En el país –dice Fondeur- los índices de mortalidad materna son de 159 por cada 100 mil nacidos vivos, según la Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa) 2007. También están los casos específicos como el del hospital de Regla de Baní, cuyas estadísticas registran igual número de partos que de abortos. Los médicos del centro no provocan las interrupciones, sino que asisten a las mujeres que llegan con un aborto incompleto.

Las consecuencias de los abortos clandestinos son aumento de la morbi-mortalidad materna, que va no solo con las mujeres que fallecen, sino con mujeres que tienen lesiones que van desde una histerectomía hasta infecciones o un sangrado abundante que les provoca una anemia severa, según la doctora Fondeur.

“Las complicaciones son muchas pero las más frecuentes son las perforaciones uterinas y el sangrado uterino abundante. Estas mujeres de una un otra manera buscan la forma de terminar con su embarazo. Una mujer cuando quiere interrumpir un embarazo es capaz de poner en riesgo su vida”.

En su práctica médica, cuando una paciente llega con complicaciones de un embarazo interrumpido a voluntad, lo primero que ella hace es protegerla con antibióticos y luego trata de que no se pierda su útero, para preservar su fertilidad, porque es probable que esa mujer después desee tener hijos.

“Hay que conservar su fertilidad. No queremos un aborto, no soy pro-aborto, no ando promoviendo el aborto, pero es una situación que hay que enfrentar, porque está aquí y hay que enfrentarla. Es un fracaso del sistema de salud, de seguridad y del de educación. Una niña violada por su padre o una mujer que saliendo de la universidad es violada, ellas no andaban buscando ese embarazo”.

La puesta en circulación del libro Las hijas de nadie, que tiene prólogo de Susi Pola, contará con la presencia de la doctora Mónica Rosa, experta en derecho internacional y defensora de los derechos de la mujer.

viernes, 20 de febrero de 2009

La nada cotidiana 2. Diario de una periodista que se frustró*

En este país no hay una calle decente, una calle donde uno pueda caminar sin tener que mirar todo el tiempo para abajo por temor a encontrarse un hoyo.

La observación me la hizo Ezequiel Abiú que me vio caminado por la Tiradentes "como quien se desplaza por la Quinta Avenida". Me dijo que le mencionara una y no recordé ninguna.

Aquí las irregularidades del terreno, los huecos, las aceras robadas a los peatones, hacen que uno camine con miedo. Además, pocas calles conservan su estética, su funcionalidad. Si no me creen, miren la Lope de Vega después de la San Cristobal en dirección norte.

Allí uno tiene que tirarse a la calle, a riesgo de que lo atropellen, porque los carros están parqueados en los esqueletos de las aceras. Aquí cualquier vendedor te roba tu legítimo derecho a caminar por un lugar seguro. Como dice Manuel Vicent, nadie es alguien.

*Me cuentan. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

jueves, 19 de febrero de 2009

La nada cotidiana-Diario de una periodista que se frustró*

02.32 a.m.

A Zoe Valdés que me perdone por robarle el título a su novela, pero no encuentro un nombre mejor para el estado de ánimo que me provocan ciertas situaciones.

Me siento como Robbie William cuando abandonó Take That para poner tienda aparte. Uno se cansa de ser corista en la vida, (o uno de ellos), se cansa de hacer naderías. Uno prefiere sentarse en su casa a postear un blog y a escribir los temas que siempre quiso escribir.

Me agobia la nadería. Quisiera hacer pero me siento atada. !Ay el dinero! Comparo mi carrera con una novela que tiene muy buena trama pero que está mal contada. Uno se siente tentado a mejorarla, pero valdría más escribir una nueva.

Mi arte simulatorio no da para tanto. No estoy contenta y quizás no vuelva a estarlo en semejantes condiciones. Siento como si algo dentro de mi corazón periodístico se hubiera roto ya sin remedio, porque la subestimación aplastó el entusiasmo, que murió de inanición junto a un listado de temas abortados.

Ni aquí ni allí. Hoy me pregunto si hice lo correcto o si me sucedió como dijo Reynaldo Pared Pérez, cuando el PLD perdió en el 2000, aquello de "llorarán lágrimas de sangre".

Yo solo lloro cuando me indigno o cuando algo me entristece demasiado (una muerte o una ruptura dolorosa), pero mi situación tiene la particularidad de hacerme llorar por lo menos una vez a la semana. Naderías, naderías. Quiero y merezco salir.

*Me cuentan y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

jueves, 12 de febrero de 2009

La casa de Dostoievsky o cómo contar a Chile literaria


Por Lissette Rojas

Por esa manía de libroteniente que hojea y lee antes de comprar un libro, encontré La Casa de Dostoievsky, del chileno Jorge Edwards y me dije que esa obra tenía que ser mía.

La novela tiene un valor intrínseco indiscutible, no solo por su trama bien lograda. En ella uno puede adivinar o atisbar unos rasgos que pudieran ser autobiográficos del propio Edwards y su generación (que si Neruda, que si Huidobro) y las relaciones de admiración u odio que primaban entre ellos.

El autor se esconde detrás de un narrador de voz colectiva que cuenta su tiempo a través de sus propias vivencias y no tiene empacho en explicarse a través de los rumores y de los testimonios de tercera mano. Se me antoja que la vida del Poeta (con mayúscula) como hilo conductor es solo el pretexto para mostrar el mundo cultural de la chile de mediados del siglo pasado, país que cambió el curso de su historia a partir del golpe de estado que en 1973 culminó con la existencia de Salvador Allende y del comunismo.

En ocasiones, el lector lo siente conversador y elocuente al narrador. No escapa, sin embargo, -y esto él mismo narrador lo reconoce- a los "chilenismos" que podrían mandar al diccionario a cualquiera que no esté familiarizado con los giros idiomáticos de ese país del sur. Otra de las observaciones a la obra es el uso de ideas largas y oraciones indirectas que me obligaron a retomar varios párrafos de nuevo para poder comprender (pero eso soy yo, no se asusten).

El texto ganador de la edición 2008 del premio Planeta-Casaamérica de novela resulta edificante para quienes por cuestiones de influencias solo hemos conocido en literatura la posición pro-Allende y a favor del comunismo.

Edwards narra en La Casa de Dostoievsky cómo las personas padecían hambre a causa de la racionalización de los alimentos que implementó el gobierno de Allende. Y como el personaje residía en la Ñuñoa, podía o creía oír como en las noches torturaban a los disidentes en los antiguos camerinos del estadio de futbol.

El Poeta, protagonista, estuvo también en Cuba y sufrió en carne propia las represiones del régimen de Fidel. Las críticas por lo bajo, la doble cara y la incertidumbre que hubo de implementar junto a sus colegas cubanos para sobrevivir.

A Edwards lo acabo de conocer como escritor y creo que nos seguiremos viendo.