miércoles, 18 de marzo de 2009

Le agradezco a tanta gente


Hace poco recibí el primer lugar del concurso de cuentos de Radio Santa María y a partir de ahí he recibido las felicitaciones de tanta gente que me hizo sentir querida.


Mi cuento La niñera y el grito me acercó a muchos amigos de los que yo estaba alejada por algún motivo, casi siempre relacionado con el tiempo y las ocupaciones de cada quien.


Hubo un pequeño lío porque en una entrevista del Listín aparecía yo dando gracias a unos amigos y a otros no. Afuera quedaron Santiago Almada, Yenny Ramos, Conde Olmos, Yanina Estévez, Juan Sánchez, Elizabeth Veloz, Kaelys Bautista, Maickel Ronzino y Octavio Rivera, que me dio mi primera oportunidad en el canal cuatro.


Nunca sería mi inteción dejar a mi gente fuera de mis logros. Les estoy tan agradecida. Yo hubiera querido tener un periódico entero para mencionar a tanta gente que ha sido buena conmigo. Y no estoy exenta de que ahora mismo no esté yo olvidando mencionar a alguien, pero lo que más importa es el listado que llevo sobre mi corazón, en el que cada amigo tiene un espacio propio.


Espero que unos me perdonen el desliz y otros sepan entender el trabajo de edición que por motivos lógicos hicieron en el periódico. Algo bastante comprensible entre periodistas y trabajadores de la prensa.
Señores, además, este triunfo es colectivo. En la nota que envió el grupo Leon Jimenes se explica que el segundo lugar fue para Alexis Gómez Rosa, con su "Historia de una inveterada ficción", el tercero fue Danilo Rodríguez, con su obra "Sopor", y el cuatro lo ganó Isidro Jimenes Guillén, con "Breve estudio de un motorista paranoico".
La calidad de los trabajos motivó al jurado a entregar seis menciones, en vez de tres, resultando galardonados: Yvelisse Prats de Pérez, quien participó con "La Ballerina"; Moisés Muñiz, con "El niño que dirigía el mar", y Sandra María Tavárez, con su historia "Matemos a Laura". También los cuentos "El Cuarto de los recordatorios", "La Guarida" y "La Perla", de Omar Mesón, Johanna Díaz y Néstor Rodríguez, respectivamente.

jueves, 5 de marzo de 2009

Diario de una periodista que se reanimó II

11.09

Hoy me siento feliz. Pudiera tenerme de mal humor la intromisión que tuvo lugar hoy en la oficina, pero yo sé quien soy y estoy muy clara hacia donde me dirijo.

Harán falta muchas sutilezas si quieren molestarme o verme derrumbada. Soy fuerte, no soy una fresa sensible. Me parezco más a una turrón duro, jajaja.

De las bajezas no me sorprendo, ahora sé con quién estoy tratando.

Voy a salir adelante así tenga que sacar ese proyecto personal que vengo acariciando desde hace tiempo. Cuando uno tiene cosas importantes que decir, no hay nadie que lo pueda callar.

martes, 3 de marzo de 2009

Diario de una periodista que se reanimó I


12:50 de la madrugada


Hoy fue un día especial. Me atreví a hacer un reportaje en segunda persona sobre una mujer que desistió en un caso de violencia de género.


"Tu esposo te acuchilló, te quemó el pecho e intentó ahorcarte frente a tus hijos (...) cuando tu sobrina fue a visitarte él no le permitió entrar (...)luego tú desististe y no comprendiste por qué el fiscal proseguía si querías al proveedor y padre de tus hijos libre, pero la violencia de género es un asunto de estado".



No sé si me quedó bien pero sentí un estremecimiento por hacer algo diferente. Algo fuerte, contándole a esa mujer su propio dolor. Lo único que me desconcertó fue el comentario, hecho sin malicia, de que le gustaba cómo estaba escrito aunque rompe con "las reglas del periodismo". Y entonces me desconcerté. No entendí ni papa. Yo, honestamente, soy intuitiva escribiendo. Respeto la gramática y sé como escribir de forma convencional, pero no me acojo a los mandamientos inquebrantables del periodismo. Puede decirse que escribo como me da la gana, dentro de un respeto a la ortografía y la gramática. Como sea, llegué desconcertada a la casa y me puse a buscar en mi librero. Allí encontré con Tom Wolf . Y leí algo de Wolf que me alentó: "Imaginé que ya era hora de que alguien violase lo que Orwell llamaba «las convenciones de Ginebra del pensamiento»... un protocolo que había encerrado al periodismo y más generalmente la no-ficción (y las novelas) en una tan tediosa cárcel durante tanto tiempo. Descubrí que cosas como los signos de exclamación, las cursivas, y los cambios bruscos (guiones) y las síncopas (puntos) contribuían a crear la ilusión de que una persona no sólo hablaba sino también de que una persona pensaba"1. Y Tomás Eloy Martínez me reconfortó: "Casi todos los días, los mejores diarios del mundo se están liberando del viejo corsé que obliga a dar una noticia obedeciendo el mandato de responder en las primeras líneas a las seis preguntas clásicas o en inglés las cinco W: qué, quién, dónde, cuándo, cómo ypor qué. Aunque en todas las viejas reglas hay una cierta sabiduría, no hay nada mejor que la libertad conque ahora podemos desobedecerlas"2. 1. El nuevo periodismo. Anagrama. 2. Periodismo y narración. FNPI.