"La mosca en la génesis del cacao, susurran a lo lejos los oyentes burlones, pero tú ni te inmutas y les gritas que no se trata de cualquier mosca, es una mosquita muy delicada, ella trabaja en las primeras horas del día y si está lloviendo bastante no aparece su fecundación, tampoco si está muy nublado. Por eso, a veces, las plantas florecen y no hay una abundante cosecha. Pero siempre y cuando haya oportunidad, ella sale y hace su trabajo.
"Los otros campesinos te dejaron solo. Te creen loco y perjudicial. Tú, en cambio, te consideras en extremo lúcido, profeta de estas tierras.
"En cierta forma, le dices a la empalizada, la mosca es como un hombre serio: nunca falta a su trabajo a menos que esté realmente muriéndose, a menos que los vientos de un temporal le opongan una verdadera resistencia a su batir de alas madrugador".